BARCELONA, 10-14 DE FEBRERO
Más sobre Tatiana.
Lo que me ha gustado realmente de ella es esa buena fe —lindante incluso con la ingenuidad o el desamparo—, una de las cualidades que más aprecio. Es la que distingue, por ejemplo, a Fernando de Edgar; este es más culto, más cosmopolita, más «interesante», pero su engolamiento me irrita.
Cuando Tatiana dice «la vida es cruel», uno nota que no lo dice con grandilocuencia, sino con naturalidad, y piensa que, realmente, ni el éxito, ni lo que desde afuera parecen circunstancias todas ellas favorables salvan a nadie de esa crueldad; sus variaciones son cuestión de grado. Una vez más, me digo que la conciencia de que el arte no salva es condición indispensable para ser un verdadero artista».
Laura Freixas. Una vida subterránea. Diario 1991-1994. Madrid: Errata naturae editores, 2013. p.29